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85 años después, vuelven a Galdakao los restos de Pedro Asua, fusilado en Jaca en 1938
El miliciano galdakoztarra Pedro Asua Zubiaur fue fusilado en 1938 en Jaca y sus restos han permanecido enterrados hasta ahora en una fosa común de dicha localidad. Tras el largo camino emprendido hace años por un familiar de Asua intentando saber dónde estaba enterrado su tío, la familia podrá por fin descansar al trasladar sus restos mortales a Galdakao.
Tras muchos estudios y mucho trabajo, se consiguió saber dónde estaba enterrado Asua, localizarlo en el cementerio de Jaca, exhumarlo y traerlo a su pueblo, Galdakao. Hoy se ha cerrado un círculo, al menos poéticamente, porque sus restos han vuelto a lo que fueron sus tierras. Su familia era propietaria de un amplio terreno en Elexalde, incluyendo el lugar donde ahora se encuentra el cementerio y sus alrededores, y él hubiera recibido en herencia esos terrenos de Elexalde que servirán como lugar de descanso para sus restos.
No sólo eso: En esta zona se construirá un columbario y los primeros restos que se trasladarán serán los de Asua. Un columbario para la memoria y la dignidad en el que tendrán cabida los gudaris y milicianos fallecidos en la Guerra de 1936. Situado en la zona que atraviesa el Cinturón de Hierro, el columbario estará ubicado en unas tierras que fueron estratégicas durante la guerra. De ello han informado el alcalde de Galdakao, Iñigo Hernando Arriandiaga, y el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación del Gobierno Vasco, José Antonio Rodríguez Ranz en el acto de hoy. Este nuevo columbario será fruto del acuerdo entre ambas instituciones.
El hallazgo de los restos de Asua y el regreso a sus tierras también ha sido resultado de un intenso trabajo y una importante colaboración: el grupo memorialístico Galdakao Gogora comenzó hace muchos años a buscar pistas sobre la localización de su vecino fusilado en 1938. Hace 18 años, Josu Larrea se volcó en la búsqueda. Larrea es el sobrino nieto de Asua, que ha pasado los últimos años en una búsqueda incesante. En los últimos tres años ha conseguido dar pasos decisivos, que hasta entonces no había podido dar, con la ayuda del Ayuntamiento de Galdakao, hasta conseguir recuperar sus restos.
Estudios previos realizados por Galdakao Gogora y el propio Larrea, con la colaboración de varios vecinos y vecinas de Jaca y del Círculo Republicano, indicaban que los restos de Asua se encontraban en una determinada fosa común del cementerio de Jaca. Con el objetivo de sacarlo de allí y traerlo a casa, Larrea se dirigió al Ayuntamiento de Galdakao para pedir ayuda. El alcalde, Iñigo Hernando, se comprometió a hacer todos los esfuerzos posibles y la colaboración ha sido estrecha hasta el final; han trabajado mano a mano con este objetivo. El Ayuntamiento de Galdakao ha contratado al historiador Ander Aperribai, se ha reunido en Jaca con Juan Manuel Ramón, alcalde de Jaca, se ha contratado a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, se han realizado todas las tramitaciones tanto con el Ayuntamiento de Jaca como con el Gobierno de Aragón y Aranzadi ha realizado las labores de exhumación.
Los análisis han confirmado que los restos pertenecen a Asua y, en el acto de hoy, han sido puestos a disposición de la familia. Representantes de Aranzadi, Círculo Republicano de Jaca y Galdakao Gogora han entregado los restos a Begoña Larrea, sobrina de Pedro Asua, y a Josu Larrea, sobrino nieto. Han sido sacados de la fosa común del cementerio de Jaca, traídos a Galdakao y puestos a disposición de la familia. En la entrega han estado acompañados por el alcalde de Galdakao, Iñigo Hernando, el vicealcalde del Ayuntamiento de Jaca, Javier Acín, y el viceconsejero del Gobierno Vasco, José Antonio Rodríguez.
Todos los y las participantes han destacado el valor de la colaboración. Y es que el traslado de los restos de Jaca a Galdakao ha sido posible gracias al trabajo conjunto de instituciones, agentes y personas de muy diversas procedencias y sensibilidades. Tanto los agentes de Galdakao como la familia han mostrado su agradecimiento a las personas representantes de Jaca.
A su vez, la representación jacetana ha tenido palabras de agradecimiento para los y las galdakoztarras, la familia de Asua, el alcalde de Galdakao y Aranzadi. Y es que a ellos y a ellas también se les ha abierto una puerta: los restos de 400 personas más están enterrados en las fosas comunes del cementerio de Jaca y el de Pedro de Asua ha sido el primero en ser exhumado. Tras ese primer desenterramiento, en Jaca ya se están tramitando nuevas exhumaciones a petición, entre otros, de familiares de Jaca o de León.
Galdakao, por su parte, seguirá en la vía de recuperación de la memoria histórica, en este caso trabajando en el diseño e instalación del nuevo columbario de Bizkaia.